martes, 14 de octubre de 2008

Cae otro récord en Valencia

Eran las seis de la tarde del pasado jueves cuando las primeras nubes crecían en el mar frente a La Safor. Su crecimiento era lento pero se podía observar como poco a poco ganaban en desarrollo y así en organización. Las imágenes desde el satélite mostraban como la extensión de éstas iba en aumento y el radar de precipitación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) hacia presagiar lo peor, una gran tormenta se estaba gestando. Su movimiento era lento, errático, de hecho parecía permanecer estática. No fue hasta bien entrada la noche cuando empezó a moverse de forma decidida desde las aguas del Mediterráneo hacia las costas más próximas a la ciudad de Valencia. Las primeras localidades afectadas fueron El Palmar, El Perelló y Pinedo. Aquí las lluvias ya fueron destacables, provocando algunos problemas, pero únicamente se convirtieron en la antesala de las que se iban a registrar minutos más tarde en la capital y zonas colindantes. En la siguiente imagen del radar se puede observar como la tormenta contaba con gran extensión de píxels amarillos y anaranjados. Esto traducido a la escala ofrecida por este artilugio significa lluvias muy fuertes e incluso torrenciales que pueden ir acompañadas de granizo.


Estas imágenes ofrecían la posibilidad de apreciar como el núcleo se desplazaba de sureste a noroeste, trayectoria que ponía en el punto de mira a la capital del Turia. El reloj marcaba las diez de la noche cuando los primeros resplandores iluminaban el cielo de Valencia y su periferia. A las diez y media llegó el chubasco torrencial. En tan sólo diez minutos se habían recogido 28.7 litros por metro cuadrado en algunos barrios de la ciudad, lo que supone una intensidad de récord. Tal y como ha publicado el periódico Las Provincias no se podía observar tal intensidad desde 1960, año en que se empezaron a recopilar datos en la capital. También se aporta en el artículo que fueron más de 4000 rayos los caídos esa noche en la Comunidad, aproximadamente la mitad de ellos concentrados en esta tormenta que afectó las comarcas de l’Horta, la Ribera Alta y la Ribera Baixa. El total de precipitación recogido esa noche superó en muchas de estas zonas los 100 litros por metro cuadrado, caso de los 122mm de Valencia.


Otras localidades de l’Horta Sud y la Ribera recogieron algo más de 90mm con intensidades que en algunos casos superaron las registradas en Valencia. Aldaia sumó 93 litros por metro cuadrado en dos horas y en el observatorio de Montserrat Casadalt se registró una intensidad máxima puntual de más de 960mm/h, lo que de seguro se va a convertir en un nuevo hito de la fenomenología peninsular. La AEMET ya había anunciado horas antes la posibilidad de que alguna tormenta barriera la provincia decretando el nivel naranja de alerta, factor que otorga a la situación de un riesgo importante. Lamentablemente toda alerta y todo riesgo publicado no fueron suficientes para evitar dos muertes en L’Ollería. Una mujer y su hija trataron de cruzar un cauce inundado para llegar a casa, justo en ese momento el caudal aumentó de forma considerable haciendo que todo esfuerzo para salir de éste fuera insuficiente.


Hoy el cielo presenta una cara mucho más amable, sin embargo, aún es posible que se registren algunas tormentas puntualmente moderadas que mañana remitirán por completo. De cara a los próximos días parece que no será hasta el fin de semana cuando se puedan ver algunos cambios en la situación meteorológica, momento en el que puede llegar de nuevo aire frío en altura y provocar el desarrollo de algunos chubascos tormentosos.
J.J Villena