
En una situación normal la temperatura de la troposfera baja a razón de un grado por cada 155 metros de altitud. No obstante, dentro de esta regla física podemos encontrar casos singulares. En noches despejadas, con un anticiclón sobre nuestras cabezas y viento en calma, el suelo se enfría rápidamente por radiación haciendo disminuir la temperatura del aire más próximo a éste. El aire frío pesa más al tener una densidad mayor y poco a poco desciende buscando acomodo en los valles y zonas bajas. El cálido, en cambio, tiene una naturaleza ligera que le obliga a elevarse. De este modo, al contrario de lo que podíamos esperar, son los observatorios de los valles o zonas bajas los que obtienen los registros inferiores. Este fenómeno de Inversión Térmica es más habitual en invierno, especialmente en situaciones anticiclónicas fuertes que concentran la humedad y las nieblas en puntos bajos.
Les recomendamos que se pongan la bata de físicos porque les vamos a proponer un ejemplo práctico. En las frías noches de invierno lo habitual es recurrir a la calefacción para conseguir una temperatura agradable en nuestros hogares. Si tienen un par de termómetros hagan una prueba, sitúen uno a una altura superior a los 150cm y el otro a medio metro sobre el piso, después cierren la puerta de la habitación donde se encuentren. Si esperan unos minutos verán que el termómetro situado a mayor altura puede llegar a registrar hasta un grado más que el posicionado a ras del suelo. Son testigos del peso del aire según sus propiedades, ahora lo que tienen que hacer es extrapolar esta pequeña prueba a la amplia dinámica atmosférica.
¿Saben que este fenómeno puede tener efectos adversos?
En ocasiones, al quedar truncada la habitual circulación del aire, la polución de las ciudades queda enganchada a la corteza terrestre (se puede llegar a percibir una capa denominada smog, mezcla de niebla y contaminación) factor que puede tener consecuencias nocivas para la salud de los seres vivos. La concentración de estos gases puede ser hasta diez veces más alta que en días sin inversión.
1 comentario:
Muy cierto eso que comentas del "smog". Aquí en la ciudad de Valencia se nota muchísimo en los días con muy alta humedad, cielos cubiertos por esas nubes bajas o niebla algo alta y la nula circulación de vientos, haciendo que para personas con problemas respiratorios sea un tanto molesto ese tipo de días.
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