La imagen visible es recogida por un satélite MSG (Meteosat de Segunda Generación). Por el día pueden observar una animación de las nubes que se desarrollan sobre la Península Ibérica y de noche la imagen pierde cualquier matiz, no hay luz y por tanto es imposible captar los núcleos nubosos. Una mirada curiosa les puede hacer ver, justo a la hora de salida y puesta del sol, cómo se va iluminando progresivamente la geografía española.
Satélite: Infrarrojo
Las imágenes infrarrojas registran la irradiación invisible emitida por la parte superior de las nubes, la tierra y los océanos. Existe una ley física básica para comprender el funcionamiento de este artilugio: a mayor temperatura, mayor radiación. Un ordenador transforma las distintas intensidades de la radiación infrarroja en una gama de tonos de gris -que pueden adoptar otros colores distintos-, construyendo así imágenes que nuestros ojos pueden ver. Gracias a este instrumento podemos ver la evolución de las nubes tanto de día como de noche.