Una primera explicación a este extraño fenómeno se puede encontrar en las montañas que circundan a esta localidad cordobesa. Los relieves cercanos a esta población podrían haber provocado un efecto que se conoce como forzamiento orográfico. Determinados puntos de montaña obligan a ascender por sus laderas el aire cercano a la superficie, más cálido y húmedo, hasta que se encuentra con la masa fría e inestable disponible en capas más altas. Esta interacción produce una rápida condensación y precipitación (http://meteovision.blogspot.com/2010/06/como-se-crean-las-tormentas-tema-1.html) .
En este caso las montañas del norte de la población podrían haber obligado a la tormenta a quedarse estacionaria sobre este punto -generándose una y otra vez la interacción entre la masa de aire cálida y la fría- descargando fuertes precipitaciones hasta el total consumo de la energía disponible.
Con ello los barrancos no aguantaron el gran caudal al que se vieron sometidos y se desbordaron justo antes de llegar a este pueblo cordobés (en parte causado por las obras de acondicionamiento de la travesía urbana en la N-331, una inoportuna coincidencia). ¿El resultado? Calles convertidas en verdaderos ríos capaces de arrastrar cualquier cosa que se interponga en su camino. El dato trágico: tres personas no pudieron evitar la avalancha de agua y lodo y perdieron la vida. Esperemos que esta triste noticia sirva para hacernos conscientes de lo pequeños que somos ante nuestro entorno y que empecemos a tenerlo en cuenta.
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