

Pronto al cantar de los pájaros se une el rugir de las nubes, para gozo de unos y miedo de otros tantos. La lluvia no se hace esperar, de uno de los cumulonimbos se descuelga una poderosa virga que hace desaparecer parte del horizonte. La zona afectada, la montaña de Calicanto.

En unos minutos, según el testimonio de un vecino de la zona, el paisaje se tiñe de blanco estival: el granizo inunda jardines, campos y casas.
Tras un par de horas de seguimiento y observación, la pequeña cumbre que he elegido para presenciar el espectáculo no ha sido afectada por ninguno de los chubascos tormentosos. No obstante, viendo el cielo hacia el oeste, parece que la lluvia hará acto de presencia a no mucho tardar. Un par de fotos dan testimonio de ello mientras recojo los bártulos y me pongo a cubierto. ¿Les gusta el paisaje crepuscular? Personalmente, si además es tormentoso, me apasiona.
Un saludo compañeros meteolocos.
1 comentario:
Ei crack!
Buen repor y magnificas fotos. ^^
Ya estoy por aquí, rellenando mi blog con cositas jejeje.
Un saludo y a seguir así! ^^
Publicar un comentario